Mi opinión sobre Santa María, colegiata de Úbeda.

Llevo mucho tiempo sin escribir en este mi blog y tengo verdaderamente a mis seguidores abandonados, perdonadme, pero no puedo estar en todo.
Sin embargo escribo porque tengo una verdadera preocupación personal, ¿me estaré volviendo loco?; todo un doctor en historia del arte y le gusta la restauración de Santa María. Creo que mi estética se está perdiendo o el ser maligno del que habla Descartes en su tratado del Método está terminando conmigo.
Para todos mis lectores de fuera de Úbeda, he de decir que Santa María es la colegiata de la ciudad, una de tantas de las que existen en España, junto con las 95 catedrales del país.
Algunos la consideran un templo único, yo considero que más por amor que porque lo sea, todavía no he encontrado ningún manual didáctico donde aparezca siquiera referenciada como puede ser el caso de la Sacra Capilla de El Salvador o el palacio Vázquez de Molina de la misma ciudad.
He de confesarles que verdaderamente es un templo atípico, tiene un magnífico claustro gótico irregular ubicado antes de la entrada al templo, curiosamente casi tan ancho como largo, pero dividido en cinco naves, lo que crea un espacio considerable.
Como indican los sínodos hermana de las dos catedrales de la diócesis y de la colegiata de Santa María del Alcázar de Baeza.
Curiosamente Santa María responde al primer gótico que se hace en la zona, el mismo que podemos observar que se empieza a vislumbrar en las últimas fases de la iglesia de la Santa Cruz de Baeza o de las dos catedrales, desgraciadamente la de Jaén sustituida totalmente por la de Vandelvira, pero mediante estudios llevados a cabo por importantes arquitectos como García Suca o legajos de gran valía como la visita llevada a cabo por Alonso Suárez de la Fuente del Sauce sabemos cómo era, un templo gótico con columnas muy finas y el techo de madera (así se defendió en el último gran congreso realizado en la catedral al que tuvimos el honor de presentar comunicación). Del mismo estilo, aunque más rica debía de ser la de Baeza, desgraciadamente se nota que el peso superior en las bóvedas a sus finas columnas hizo que se desplomara y tuviera que ser Vandelvira el que realizara el nuevo templo diáfano y más alto.
Más o menos a estas mismas características pertenece la colegiata ubetense, recordando el gótico primario, pobre sobre todo que se desarrolló en la nave, frente al claustro que es mucho más rico.
Lo curioso de Santa María es que por su triste historia, en la mayoría de las ocasiones en estado de ruina aguantó y se conservó, no existiendo otro templo en la diócesis de Baeza-Jaén que tenga estas características. Aún así al exterior es un templo barroco, con una magnífica portada realizada en época de Sancho Dávila.
Curiosamente en el Barroco final la iglesia es cubierta con bóvedas de yesería rebajadas, al mismo estilo que hoy podemos encontrar en la parroquia de San Millán de la ciudad, frente a otras iglesias donde evidentemente por existir un gótico más fuerte, caso de San Nicolás no se llevó a cabo ninguna restauración.
La iglesia fue encalada como el resto de los templos de la ciudad por carácter profiláctico, al igual que el resto de templos de la ciudad, curiosamente hoy muchos de ellos tras restauraciones se han vuelto a la piedra originaria (San Nicolás, San Millán, El Pilar,…). Nadie nunca se ha llevado las manos a la cabeza, en el caso de que se hubiera llevado a cabo en el convento de la Trinidad yo sí me las hubiera llevado porque es un templo realizado en ese tiempo. En el caso de Santa María no me parece tan escabroso, aún así es reversible.
Lo que sí es cierto que no es reversible es que se demolieran las bóvedas barrocas de yesería, es algo que se hizo cuando yo era niño, por tanto criticarlo ahora, pues como que es demasiado tarde. Aún así siempre me he hecho una pregunta que nadie me ha sabido responder, yo soy historiador del arte, pero no arquitecto. ¿Si los arcos inferiores apuntados de Santa María, sobre todo los existentes en el lado de la epístola en los pies se estaban hundiendo por el peso de las bóvedas, ya que las columnas no soportaban en sus cimientos dicho peso, qué era mejor hacer un techo de madera a imagen de cómo debió de ser la iglesia que no molesta a los muros y a las capillas o reconstruir las bóvedas barrocas y que en cuarenta años estuviéramos otra vez igual? ¿Qué templo era más original el pastiche de estilos que tenía o volver a la pureza del único templo mayor de pobre gótico que demuestra cómo eran las catedrales? Verdaderamente tengo una duda.
Ejemplos y ejemplos de iglesias, catedrales e intervenciones me vienen a la cabeza, recuerdo la barbaridad realizada en San Juan de Jaén, un templo gótico rendido al cemento que construyó una nave moderna gris.
Personalmente la intervención de Santa maría no me parece tan desacertada, es comparable a la Santa Cruz de Baeza, hoy joya por la pureza del tardorrománico o pregótico, no por la iglesia que era en los años cincuenta totalmente escondidos los pilares en yeserías.
Sí es cierto que el suelo de mármol ha ennoblecido demasiado al templo, aún así no me preocupa es reversible a la piedra, pero ¿querrá el pueblo devolverlo a este material? Podemos considerar Santa María como un ente vivo que ha sufrido una de tantas restauraciones. ¿Se echarían manos a la cabeza en el siglo XVII cuándo Sancho Dávila colocó la magnífica portada principal? ¿Deberíamos de devolver la capilla renacentista de la casa rectoral a Santo Domingo?
Verdaderamente es un templo muy complejo, el recuerdo del que existía no llega a más de cien años, pues no era el mismo antes que después de la guerra. Aunque no tengamos coro, la reja se conserva, deberíamos de arrancarla de las dos capillas en dónde está y ponerla en su lugar original ¿Sería una barbaridad? Tenemos fotos, no haríamos ninguna locura.
Aún así me consuela que las grandes rejas del maestro Bartolomé siguen intactas y no han cambiado en nada desde el siglo XVI, al igual que tampoco han cambiado los arcos, las capillas y esperemos que todos los cuadros inventariados en un curioso catálogo conservado en la parroquia de San Pablo que parece que nadie conoce vuelva a indicarnos cuáles hay que colgar, entre ellos destaca el magnífico Pierín del Vaga de la capilla de los Sabater.
Dicen que hay extintores rojos, la verdad es que son feísimos, pero nos podemos saltar la ley, bueno cuando la iglesia esté abierta, tampoco ¿quién se va a enterar?, aún así que pasaría si son pasto de las llamas los Palma Burgos, el Jacinto Higueras o el magnífico Benlliure, al que no encuentran una capilla. Es obvio que el Cristo ante el que va a rezar el Papa, tiene que tener un lugar privilegiado y ese debe de ser el altar mayor, ya que el Cristo de los cuatro clavos, bien es cierto que es una obra gótica, pero es provinciana y por supuesto no tiene la devoción del Cristo Caído.
Esta es mi sutil y humilde opinión.